Sala de prensa

Despido NULO de una empleada del hogar embarazada que fue cesada mediante comunicación de desistimiento por parte del empleador, cumpliendo todas las formalidades legales, porque el RD-ley 6/2019, de 1 de marzo, extiende la protección de las trabajadoras embarazadas a cualquier tipo de resolución de contrato. La empleada del hogar solicitaba la improcedencia de su despido con una indemnización equivalente a los salarios dejados de percibir (no pedía readmisión), pero se la deniegan, condenando al empleador a readmitir en su casa a la empleada, porque no es posible ponerle un precio a la dignidad de la mujer, ya que iría contra el orden público. TSJ Andalucía 14/7/22

Cuando la oferta (declaración unilateral de la empresa que muestra su intención de celebrar un contrato e incluye los elementos esenciales del mismo) es aceptada por el trabajador, esta se convierte en un precontrato. En este caso, la oferta contiene los elementos esenciales (fecha de incorporación, modalidad contractual, jornada, salarios, centro de trabajo, etc.) y es aceptada por el trabajador porque este pidió a la empresa que le enviara un e-mail al respecto para solicitar la excedencia en su empresa anterior. La empresa finalmente no le contrata y este incumplimiento del precontrato genera una indemnización por daños y perjuicios en favor del trabajador por importe de 6.408,01 euros (salarios que hubiera percibido durante el contrato temporal y la liquidación final de haberes a la finalización del mismo). TSJ Galicia 20/5/22.

Despido disciplinario nulo del guionista de un programa de RTVE por haber incluido el siguiente rótulo: “Leonor se va de España, como su abuelo”. La empresa vulneró el derecho fundamental a la libertad de expresión del trabajador porque este no traspasó los límites del mismo, porque i) el rótulo no era vejatorio para la Princesa (pero era inapropiado e impertinente), ii) se publicó en una crónica social menos seria que un telediario, iii) el contrato de trabajo no anula el derecho a la libertad de expresión de los trabajadores y iv) había un faldón que aclaraba el rótulo. El despido es desproporcionado porque el trabajador ni siquiera era periodista, tenía 5 meses de antigüedad, no tenía supervisores, era la primera vez que se le sancionaba y no había recibido formación al respecto. La empresa tendrá que abonar al trabajador una indemnización por la vulneración del derecho fundamental de 10.000 euros. TSJ Madrid 17/6/22.

Despido disciplinario procedente de trabajador que, tras la comida de Navidad de empresa, insultó a sus compañeros (“gilipollas”, “hijo de puta”, “moro de mierda”), intentó agredir a uno con una botella y lo zarandeó, y a otro lo abofeteó con su billetera, todo sin previa provocación, habiendo sido sancionado 2 veces en el mismo año por ingerir alcohol en el trabajo y causar desperfectos. Aunque los hechos sucedieron fuera del lugar y horario de trabajo, son sancionables porque i) su conducta está vinculada a la relación laboral (todos eran trabajadores de la empresa) y ii) supone un perjuicio a la empresa (crear mal ambiente laboral y mala imagen frente a terceros que presenciaron los hechos).